Finalmente llegó
la hora de empacar nuestras pertenencias y dejar estas Islas a lo que hasta
ahora es destino incierto. Desde ayer nos mudamos al hotel ya que nuestras
cosas van a ser empaquetadas y por ahora (hasta que sepamos que será de nuestras
vidas) estarán en un depósito de la compañía que hace las mudanzas.
Desde hace
unas semanas que Gissy sorteo todas nuestras cosas para que el día que la gente
que empaquetaba empezara con su trabajo todo este bien organizado y se haga rápido.
Las cosas de la cocina estaban todas en la parte de abajo de la casa, todas los
adornos de madera estaba en otro sector de la casa, la ropa empaquetada en
bolsas de plástico y listas para meter en las cajas etc.
A eso de
las 9 de la mañana llego un grupo de unos 5 hombres que luego de descargar
varias cajas desarmadas, cinta adhesiva y cartón se pusieron a empaquetar
nuestras pertenencias. Lento (muy lento) y metódicamente estuvieron trabajando
todo el día. Lamentablemente no lograron terminar ese día y al día siguiente
volvieron por la segunda vuelta.
Entre tanto
aprovechamos a tirar un montón de cosas que se habían acumulado en este último
tiempo. Como no hay recolección de basura, y teníamos basta papel decidimos
quemar todo atrás de la casa como hacen todo. El fuego resulto ser un poco más
grande de los que esperábamos dejando todas los bananos y enredadera bien
chamuscada. Hizo bastante humo pero acá están todos acostumbrados y ninguno de
los vecinos se quejo!
Despacio fuimos
llenando el camión con caja detrás de caja hasta que se llenó y partió con
nuestras pertenencias hacia el depósito.
Así, dejamos
la casa, que fue nuestro "hogar transitorio" durante estos últimos 3 meses, pelada como la
encontramos cuando nos mudamos y sin demasiado pesar. La casa que realmente extrañábamos
es la primera que tuvimos aquí en este país y que fue nuestro hogar durante
casi 3 años, pero que lamentablemente tienen el recuerdo de una sola noche que
nos afectó a todos profundamente, aparte de eso los recuerdos de la casa “de la
montaña” como la llamábamos fueron felices, como casi todo los 3 años que
pasamos en las Islas Salomón.
No comments:
Post a Comment